martes, 30 de octubre de 2018




     Por mis pistolas. Y si no te gusta…



A López Obrador le importan una chingada los hechos.

     El tema del aeropuerto es el botón de muestra.

     No existe ningún estudio que muestre que el deseo de Obrador de construir un aeropuerto como lo quiere pueda realizarse. Ha mentido tres veces de manera consistente.

     Primero había dicho que la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) había respaldado su decisión en Santa Lucía. El 15 de octubre el OACI envió un comunicado aclarando que Obrador mintió: nunca respaldo esa opción, siempre mantuvo que Texcoco era la única viable.

     El 18 de octubre el equipo de Obrador pagó con el dinero tuyo y mío otro estudio, esta vez al Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT). Ese estudio intenta comparar las ventajas y desventajas del nuevo aeropuerto de Texcoco, pero declara que no puede ser concluyente porque el deseo de Obrador es eso: sólo un deseo. No puedes comparar un deseo con un hecho. Es como decir que este café es una porquería porque el que mañana podrías comprar en Veracruz si pudieras ir a Veracruz por un café, es mejor. No sólo es ilógico decir que este café es una porquería comparándolo con otro que no existe. Es estúpido.

     Pero, tiene un efecto político: como vas a hablar de algo que no existe entonces tu boca es la medida. Puedes decir que el café será tan bueno que recibirá un premio internacional, que será tan bueno que se convertirá en la marca de más prestigio en el mundo. Si hablas de un aeropuerto del que no existe ningún plan entonces puedes decir que en 3 años va a resolver en definitiva el problema de saturación del aeropuerto Benito Juárez. Que vas a resolver el problema de viajes en avión por 40 o 50 años. Si hablas de algo que no existe puedes decir lo que quieras.

     Pero hay que ser muy estúpido para creer que puedes beber un café que no existe.

     En la conferencia de ayer 29 de octubre dijo que el gobierno francés, que el mismísimo canciller francés le mandó un documento asegurando que el deseo de Obrador podía cumplirse. El 25 de octubre su criatura Espriú declaró que la firma francesa Navblue había mandado un estudio avalando el deseo de Obrador. Ayer mismo el gobierno francés comunico que era falso: nunca mandó tal estudio.  

     Obrador miente. Ante cada hecho miente. Antes de entrar al gobierno, le miente a todos los que lo escuchan.

     Hay que mencionar el carácter que va tomando esta mentira.

     
A López Obrador le importan una chingada las leyes.

     Lo que llamó “consulta” no es legal. La Constitución tiene la figura de consulta popular. Se puede hacer bajo las reglas que dicta la ley suprema de México. Es una figura que podrían haber convocado la mayoría que MORENA tiene el en Congreso.
     
     Pero hacerla de manera legal le ataba las manos. Cuando cumples las leyes entonces debes respetar los procedimientos.

     En las leyes existe la figura de “esposos”. Pero, digamos que alguien tiene otro deseo, y entonces, que carajo: se salta las leyes. Y decide “casarse” con un menor de edad. Eso es lo que acaba de hacer Obrador. Las leyes le hacen los mandados. Quiere hacer lo que desee. Sin límite.

     En la conferencia del 29 declara que no confía en las consultas legales porque fueron un obstáculo para hacerla contra la reforma energética. Pero eso no es cierto: hubo una consulta contra la reforma energética en 2014, cuando Marcelo Ebrard fue jefe de gobierno. El punto se mantiene: puede hacer consultas populares pero hacerlas significa ceñirse a reglas y normas. A criterios objetivos, no sólo a los suyos.

     En lo que le gusta llamar “consulta” participaron el 1% del padrón electoral. ¿Es representativo? ¿El 1% del padrón representa al “pueblo de México”? Sí, porque él lo dice. Sí, porque él lo decide así. Nadie más.

     Declara que en la consulta se escuchó a la gente, que es una enorme conquista democrática. ¿Por qué? Por que él lo dice así.

     Dice que su decisión de suspender el aeropuerto en Texcoco es porque hay un montón de actos de corrupción. Primero, nunca ha señalado uno. Siempre ha dicho que la obra está plagada de actos de corrupción. Pero nunca ha señalado uno solo. En la conferencia de ayer 29 de octubre dijo que las inversiones están garantizadas. Pero si esas inversiones están plagadas de corrupción, ¿por qué garantizar las ganancias que viene de actos de corrupción?

     Tenemos frente un próximo presidente que actuará como si su palabra fuera la ley. Así que hay que prepararnos para defender nuestros derechos.




viernes, 19 de octubre de 2018





     Trump en la Historia
19 10 18


Las mentiras en la política mexicana empiezan en la gente.

   Decimos que tenemos mucho sentido del humor. Decimos que hasta “nos reímos de la muerte”.

   Pero en México no hay un solo cuadro de ningún político mexicano que no sea religioso.

   Todos recordamos los cuadros de Benito Juárez o de Zapata. No son distintos en nada a las imágenes religiosas de los santos: firmes, erguidos, la mirada fija en el horizonte, buscando a lo lejos la micro o el destino de la nación, lo que aparezca primero. Los cuadros de Díaz Ordaz o de Plutarco Elías Calles no están de moda, pero cuando estaban son idénticos: todos son el mismo cuadro, sólo cambia la testa del personaje.

   Haga el lector el experimento. Busque en Googlee “pinturas políticos mexicanos” y lo que aparece son únicamente cuadros religiosos. Cuadros oficiales.

   Los artistas mexicanos no hacen nada por la Historia. Son siervos de la mitología.

   En E.U. el artista Andy Thomas acaba de presentar su “Club Republicano”. Pone a diez presidentes republicanos en un club privado charlando relajadamente en una mesa. Unos beben alcohol, otros sólo agua (ug).

   Entre los diez está el actual presidente, el republicano Donald Trump, que bebe una Coca Cola con mucho hielo (dicen que es Coca light. Yo no lo distingo).

   Una nota sobre los modos de hacer política en México y en E.U.: para ser candidato en México debes ser parte de un partido político. Los requisitos para ser independiente son prohibitivos: de 48 personas que buscaron candidaturas independientes en la elección de 2018, sólo 3, sólo 3 reunieron los requisitos. Y todos ellos ya eran parte de partidos políticos o acababan de renunciar tramposamente a ellos. En realidad no hubo candidatos independientes en las elecciones. Hubo candidatos que se pelearon con las otras facciones de su partido: Margarita Zavala.

   López Obrador creó su propio partido y desde ahí se lanzó. ¿Por qué López Obrador no buscó ni ha buscado nunca ser candidato independiente? Por que a los candidatos independientes no se les da dinero. Sólo a los que son parte de algún partido. Si López Obrador se hubiera lanzado como candidato independiente hubiera tenido que pagar su campaña con sus recursos, o peor: habrían aparecido a la luz sus patrocinadores.

   El cuadro de Andy Thomas es valioso. Ofrece una interpretación que mueve la imaginación del espectador. ¿De qué platicarán? ¿Cuál fue el chiste? ¿Por qué Trump está sentado junto a Eisenhower, el general que dirigió los ejércitos norteamericanos en la Segunda Guerra Mundial y junto a Teddy Roosevelt, el presidente colonialista, que adhirió Hawái, Las Filipinas y que sacó a España de Cuba para ponerla en la esfera norteamericana? Está frente a Abraham Lincoln, uno de los políticos más importantes en la historia del mundo.

   Trump no encargó el cuadro. Andy Thomas lo creó como parte de su obra. Alguien se lo mostró y el presidente Trump llamó al artista. Le compró una copia de alta calidad y la puso en su oficina en la Casa Blanca.

   En México eso no pasa.

   Quizás, recuerdo, por la demanda que Ernesto Zedillo puso contra los fabricantes de máscaras con su imagen. En México es ilegal hacer máscaras de los presidentes. Alegan “derechos de imagen”. La causa real es la cobardía.

   Que Trump haya colocado ese cuadro en los pasillos donde camina a diario es interesante. Se ve en relación a los otros presidentes. Imagina qué le dice a Lincoln, y qué le contesta él. Mira el cuadro e imagina sentarse mejor junto a, ¿Reagan, o junto a los Bush? ¿Imagina acercarse a Lincoln y preguntarle…?

   Los posters o cuadros que ponemos en nuestros lugares de trabajo y habitaciones dicen mucho de nosotros. Trump se ve en la Historia. Los presidentes mexicanos, aburrida, monótonamente, se siguen viendo como criaturas de oficina. O peor: como sacerdotes en una mitología.


Site Andy Thomas