viernes, 14 de diciembre de 2018





México no es un país religioso.


Es un país supersticioso, que cree en magia y milagros. Eso sí.


La superstición no es una religión, ni una forma de ella.


El Presidente electo tuvo una ceremonia religiosa indígena en su toma de posesión. La toma de posesión es un evento oficial, pero, por supuesto es también una ceremonia. También debe ser una ceremonia. En ella el nuevo mandatario (no líder: mandatario) muestra los símbolos con los que él mismo imagina su régimen. E invita a la comunidad a participar en ellos.


Los símbolos religiosos han sido un motivo para descalificar a algunos presidentes. En el año 2000, en la misma ceremonia, Vicente Fox aceptó símbolos católicos y fue descalificado por la izquierda. En 2018, esa misma izquierda saluda con alegría que este presidente de izquierda haga un despliegue de símbolos religiosos indígenas.


Hay muchas diferencias entre unos y otros. El primero es que las religiones indígenas no tienen ni orden ni organización ni dogma ni jerarquía. Eso le permite a Obrador hacer lo que quiera con ella. No lo compromete a nada. No lo ata a anda, pero le permite proyectar la imagen de que respeta esa tradición, que es dispersa, multilingüe, confusa, desorganizada. Que, en fin, no significa nada. Que significa lo que cada uno quiera, que es exactamente eso: símbolos vacíos.


El contraste con la religión católica es evidente. Para ser católico se deben creer ciertas cosas y otras no. Los rituales tienen un significado preciso, establecido. Y desde luego debes respetar a una jerarquía muy claramente definida.


El acto religioso del nuevo presidente de México fue bien acogido. No desató críticas. A la mayoría de la gente o le fue indiferente o simpatizó con él.


La religión con la que él decidió definir su mandato es una que no lo compromete a nada. Él decide en cualquier momento qué es de esa religión y que no es. Y nadie lo puede contradecir pues esa religión no tiene ninguna clase de organización, ni de creencias ni de formas ni de fondo. Es lo que él diga. E incluso puede contradecirse: nada se lo impide.


No tiene un canon: no tiene una historia. No hay algo prohibido o penado. No hay nada ejemplar tampoco.


En una religión donde ni siquiera está establecido a qué dios o dioses se venera, ni qué relación hay entre esos dioses, y sobre todo, especialmente esto: no hay ningún deber ni claridad sobre qué relaciones tienen y deben tener el dios o los dioses con los seres humanos. Cualquiera puede hacer lo que se le pegue la gana. Nada está prohibido. Ni tampoco se alienta ningún tipo de conducta. Nada está bien, nada está mal.


Es una religión por completo utilitaria. Utilitaria al que se erija en sacerdote de ella. Su sacerdote puede hacer cualquier afirmación y será correcta. Puede realizar cualquier acción y no será punible, no será reprochable en su religión, ni entre sus fieles.


Así que, en la visión de la lucha por el poder, hace sentido que Obrador vaya a hacer un ritual para la obra de su tren en la península de Yucatán. Será un ritual vacío: no hay una jerarquía religiosa a la que deba responder, no hay una fe en un o unos dioses, no hay historias que lo comprometan a comportarse o a no comportarse de cierta manera, no hay rituales con significado. Cada acción en este acto será bajo su voluntad.


Y, como es vacía, cada persona la puede entender como desee. Esto le puede parecer atractivo a algunos. Que el ritual pueda ser interpretado como él, como cada uno desee.


Esa es la prueba de mi tesis: los mexicanos no somos religiosos. No nos interesa hablar con dios o con los dioses.


A Obrador le conviene también este evento porque sustituirá a los estudios financieros y ambientales que la ley civil laica obliga para construir una obra como esa.

¿O será que de aquí en adelante si tú quieres hacer una obra puedes cambiar los estudios de impacto ambiental con un ritual mágico?

Déjame hacer mi comercial: en mi libro sobre la batalla de Midway en la Segunda Guerra Mundial estudio cómo los japoneses fueron creando una religión que les era útil a los militares japoneses. No al pueblo, sino a ellos. En el link puedes descargarlo o pedir la versión impresa. Gracias.


viernes, 7 de diciembre de 2018




       

Fracasar como Japón.


Hoy se conmemora el ataque japonés a Pearl Harbor. Por este ataque Japón fue después golpeado con dos bombas atómicas.


Los líderes japoneses llevaron a su país al fracaso de manera consciente y deliberada. Sabían con toda claridad que no podían ganar una guerra contra los EU. Su militar más inteligente, Yamamoto, se los dijo claramente.


Aún así atacaron. Por que estaban ardidos. Por que ansiaban castigar a los blancos en Asia. Porque se sentían ofendidos con su presencia. Por que junto a este ánimo padecían la creencia absurda de que un país debe tener colonias para ser un gran país.


Yamamoto, el mismo que sabía que no podían ganarle a los EU, propuso el plan para atacarlos.


Antes, se hicieron con todo el poder. Recurrieron al asesinato para ir desapareciendo a la oposición. Como sus proyectos de guerra y colonización necesitaban de la industria, fueron aliándose con empresarios.


Golpearon primero, y fuerte a sus enemigos: Pearl Harbor. Pero no volvieron a hacerlo. En lugar de eso sufrieron dos bombas atómicas.


La cancelación del aeropuerto en Texcoco es algo similar. Es una decisión absurda: no se explica racionalmente. Simplemente porque sale mucho, mucho más caro cancelarlo que terminar de hacerlo. A los inversionistas no les importa si se hace o no, pero si no se hace simplemente reclaman su dinero.


Es decir: en lugar de terminar la obra, Obrador prefiere crear una enorme deuda.


Parece que no cree que sea Presidente. Parece que en las mañanas se despierta y no cree que sea el Presidente. Así que necesita ejecutar acciones espectaculares para reafirmarse.


Ordena la cancelación del aeropuerto, para decirle a las financieras mexicanas y extranjeras que ¨´el es el que manda”. Pero, ¡después debe salir en cadena nacional a decir que garantizará la deuda que causó su acción!


Los adquirentes de los bonos no aceptan la pérdida de los 10 centavos que les propuso el equipo del subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera. Por lo menos reclaman el 100 por ciento del valor de papel. Y además un premio adicional para renunciar a los términos del contrato original, esto último fundamental para que se pueda proceder a la cancelación formal del NAIM sin que se activen las demandas (tomo la información de la nota “NAIM arriesga primera colocación soberana”, Financiero, 07 12 18).


Más aún, de la misma fuente: PARECE QUE EL acuerdo de La Alcachofa, ése que Andrés Manuel López Obrador tuvo de palabra el 8 de noviembre en un restaurante de Polanco con los principales contratistas del NAIM, fue de dientes para afuera. No lo comente mucho, pero las constructoras que participaron se están intercambiando comentarios de la petición que hace unos días les hizo Gerardo Ferrando. Resulta que el nuevo director del Grupo Aeroportuario CDMX los llamó, uno a uno, para pedirles una carta de renuncia voluntaria a continuar con sus respectivos trabajos. Por supuesto que ninguna estuvo dispuesta a entregar un auténtico cheque en blanco. Nada más para recordar a las principales empresas: Carso de Carlos Slim, ICA del financiero David Martínez, Hermes de Carlos Hank González, Prodemex de Olegario Vázquez Aldir, GIA+A de Hipólito Gerard y Coconal de Héctor Ovalle, de las principales mexicanas. La ruta para cerrar el megaproyecto de Texcoco está resultando sumamente complicada para el nuevo gobierno. Primero los tenedores del bono y ahora los constructores, que se supone que eran los más sencillos de persuadir.


Japón siempre ha sido atractivo para los mexicanos. Es un país con una gran resonancia cultural para nosotros.


Abajo te dejo un link para entender cómo fracasó Japón en su camino al progreso. En nuestras manos está progresar, o fallar como los japoneses un 7 de diciembre de 1941.


sábado, 24 de noviembre de 2018




Tercer fraude y contando



Obrador enseña cómo anular y destruir la voluntad popular fingiendo que la escuchas e incluso que la obedeces.

El tercer fraude de Obrador empieza hoy 24 de noviembre de 2018.

Esta vez como sabes sobre un tren que desea construir. No con su dinero: con el dinero de todos los mexicanos.

Expertos y personalidades (que no es lo mismo) enviaron una carta para intentar  razonar con Obrador.

Algunos, son: Dr. Alfredo López Austin (Instituto de Investigaciones  Antropológicas UNAM), Mtro. Francisco Toledo (artista plástico), Dr. Miguel Concha Malo (Centro  de Derechos Humanos “Fray Francisco de Victoria O. P.”), Dr. Ambrosio Velasco Gómez (Instituto  de Investigaciones Filosóficas, UNAM), Dr. Gerardo Bocco, (Centro de Investigaciones en Geografía  Ambiental UNAM, Campus Morelia). La Dra. Marisa Mazari Hiriart (Instituto de Ecología, UNAM). Mtro Luis Fueyo Mc Donald (CORENA) Dr. Alejandro Casas Fernández SNI 3 Instituto de  Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES) UNAM. Héctor Bonilla. Actor y director de teatro. Y un largo etcétera.

Le exponen distintas razones científicas por las que no construir el tren que el tabasqueño desea.

Organizaciones indígenas le han hecho la misma petición. Ellos son los afectados, no la gente que vive en la Condesa o en las Lomas de Chapultepec.

“Estamos exigiendo que la consulta la haga el Estado mexicano. Es decir, la Cámara de Diputados en coordinación con el Ejecutivo y el Poder Judicial.

“Tenemos que tener la información del contenido de este proyecto que se está impulsando en la Península, como muchos otros proyectos que se han venido instaurando y que hay una lucha permanente de pueblos, comunidades y organizaciones indígenas para que se hagan estas consultas”, expuso Carlos de Jesús Alejandro, consejero de Guerrero.

En entrevista, Obrador dijo que “los expertos no saben”, no tienen información y que por eso lo critican.

Pero la nueva simulación que organiza el día de hoy apela al público que menos información tiene sobre el proyecto.

Obrador dice que la gente sabe más de ecología y de impacto ambiental que investigadores de la UNAM.

Y que él sólo obedece a la gente. Aunque la idea del tren sea suya, dice que la gente se lo pidió.

Obrador escucha lo que le sirve escuchar: elige a la gente que lo apoya, y la convierte en “el pueblo”. Esa gente y nada más esa gente es el pueblo. Los demás, ni los ve ni los oye.

Dice que gobernará para todos. Hay que decir fuerte y claro que miente cada vez que lo dice. No hay que escucharlo: hay que verlo actuar.

No importa cuánta gente salga hoy a obedecer a Obrador. Si son 5 o 10 mil, con eso le basta para decir que lo único que hace es obedecer el mandato de la gente.

Otra vez, como los dos fraudes anteriores, la actividad la organiza una organización amiga de Obrador.

De esta manera Obrador finge escuchar a la gente, pero se asegura de que se hará lo que él desea.

Este es el presidente.

Obrador es el político más astuto en la historia moderna de México.

Hay que aclarar y decir fuerte que ni de cerca es honesto. Es astuto. Sabe como confundir, tergiversar, darse tiempo, hacer esperar a la gente.

Tu ya has notado esto: si hay un problema (como el d ellos migrantes, por ejemplo) en el momento declara que él lo resolverá. Pero, como la solución es evidentemente tardada, no se hace nada. No actúa. Dice que actuará. Mucha gente, entonces, queda con la impresión que ya está haciendo algo.

Cada vez que escuches una declaración de Obrador te recomiendo que pienses esto: si yo te prometo cien pesos, ¿tienes cien pesos? Y si no los tienes, ¿por qué crees que soy generoso?

1)      Carta científicos contra tren maya

2)      Organizaciones indígenas quieren detener construcción tren maya



martes, 13 de noviembre de 2018




         

Fraudecito, fraude, y lo que sigue…


El 2 de noviembre el jefe de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, prometió que no volverá a realizarse una consulta como la que se hizo para la construcción del nuevo aeropuerto, y ofreció aprobar en noviembre una iniciativa de reforma de su partido para dar transparencia, certidumbre y legalidad a las consultas populares.

Dijo que “es la última consulta que se hizo con esas características (al margen de la ley), con esas restricciones, con esa coyuntura. Todas las consultas que se hagan de aquí para adelante, de las decisiones más relevantes para el país, cuando así se decida, tendrán que apegarse necesariamente a la ley que regula las consultas populares”.

Agregó que "no veremos ya otra consulta con las características que tuvimos respecto del aeropuerto, por las condiciones y restricciones naturales que tenemos por no estar en el gobierno y por tener una ley altamente restrictiva".

Según afirmó, todas las consultas ciudadanas que se hagan a partir de la llegada del nuevo gobierno van a estar sujetas a la ley.

Aunque de hecho ya existe una Ley de Consultas Populares.  Para el diputado de Obrador, la ley es “restrictiva”.

Pues, queda demostrado que los diputados y senadores de Morena no tiene palabra. Sólo son sirvientes de Obrador.

Como la ley se les hace restrictiva, simplemente se la saltan.

¿Por qué teniendo mayoría en ambas cámaras prefieren actuar fuera de la ley?

Por que cualquier ley les impondría condiciones y criterios.

La ley definiría si el acto sometido a consulta es la voluntad de la mayoría, o no.

Justamente lo que Obrador no quiere tomar en cuenta.

No le importa lo que la gente quiera. Le importa lo que él quiere.

Lo que hace con este tipo de eventos es mantener movilizada a su base. Tanto a su clientela como a sus simpatizantes.

Muy, muy pronto llegó al cinismo en este tipo de eventos. Anuncia la construcción de la obra que pagaremos todos para darle fama a él para el día 16 de diciembre, y la consulta para el 24 y 25 de este mes. La obra empezará, con o sin consulta. Por que no importa la opinión de la gente.

Los clientes y simpatizantes de Obrador quedan tablas. Lo apoyan, así que estos eventos no cambian nada.

Los van acostumbrando a que Obrador pueda hacer lo que desea. La ley no importa.

… cómo es la ley a romper…

El 4 de octubre de 2018, la senadora de Morena Jesús Lucía Trasviña Waldenrath presentó una iniciativa para cambiar la Ley de Consultas Populares.

Iniciativa que no se votó. Es decir, teniendo el poder de cambiar la ley para hacer otro tipo de consultas populares, Obrador no lo hizo.

La iniciativa de Waldenrath propone que se puedan hacer consultas populares sin límite:

“La consulta popular podrá realizarse en cualquier momento. La autoridad electoral deberá procurar que su celebración se realice de forma expedita una vez cumplidos los requisitos señalados por la Ley”.

Pero también establece cuántos votos la harían vinculatoria:

“Cuando la participación total corresponda, al menos, al 40% de los ciudadanos que ejercieron su derecho al voto en la última elección inscritos en la lista nominal de electores, el resultado será vinculatorio para los poderes Ejecutivo y Legislativo federales y para las autoridades competentes”.

Esta es la causa por la que Obrador se saltó incluso la ley propuesta por su partido: la nueva ley que los diputados de Morena impondrían obligaría a Obrador a que la decisión queda en los votantes: en el 40% de los que hayan votado en la pasada elección.

Pero, si lo que quieres es hacer tu voluntad y echarle la culpa a la gente, haces un evento en el que los votos no cuentan: en el que cualquier número, 10 mil o 10, deciden.

En la ley propuesta por Obrador y sus sirvientes no se fomenta la participación ciudadana. No se abren las reglas para que los ciudadanos puedan exigir consultas. Sólo los diputados y el presidente podrán hacerlo.

     ¿Qué podemos hacer?

Insistir en que la ley se cumpla. Recurrir a las instancias legales correspondientes.

Acusar la simulación. En todos los foros a los que tengamos acceso. No existe la costumbre de enviar cartas a medios. Hay que inaugurarla.

No participar. En un ejercicio se lógica simple: no se puede ser cómplice de un acto ilegal, no se puede participar en un acto que se descalifica moralmente, no se puede avalar políticamente algo que viola la ley.

Generar debates con las criaturas obradoristas, para señalar las inconsistencias e ilegalidades del acto, para generar presión política contra los que han cometido actos ilegales.

Señalar las consecuencias de esta acción. Por ejemplo, que aunque le fuera revocado el mandato en 2021, con una “consulta” bastarda asumiría ilegalmente el poder de nuevo. Acusar el parecido cada vez mayor a regímenes de corte dictatorial como Venezuela o Cuba o Nicaragua.

Apoyar las iniciativas ciudadanas sobre el tema. Hay al menos una.

Debatir con los legisladores sirvientes de Obrador: los que pudiendo cambiar la ley, no lo hacen y simplemente obedecen servilmente a su líder.



jueves, 8 de noviembre de 2018





Obrador te enseña a hacer trampa, mira…



¿Cómo organizas una votación de tal manera que puedas hacer tu voluntad y darle atole con el dedo a la gente? López Obrador ya nos enseñó cómo. Mira:

     Las consultas populares existen en México. Su ley fue expedida el 14 de marzo de 2014.

     Obrador simplemente no quiso cumplir con la ley. Por eso organizó un evento ilegal con sus amigos y aliados.

     Pudo haber respetado la ley, pues la ley establece que una consulta popular puede ser pedida por:
I.                     El Presidente de la República;
II.                   El equivalente al treinta y tres por ciento de los integrantes de cualquiera de las Cámaras del Congreso, o
III.                 Los ciudadanos en un número equivalente, al menos, al dos por ciento de los inscritos en la lista nominal de electores.

     Pudo haberla convocado en enero de 2019. O pudo haberla convocado para el año 2021, ya que:

     Artículo 8. La consulta o consultas populares a que convoque el Congreso, se realizarán el mismo
día de la jornada electoral federal.

     Por eso el tema del aeropuerto en Texcoco es políticamente muy grave: lo que deseaba Obrador era eliminarlo. Para hacerlo recurrió al pretexto de que “el pueblo no lo quiere”. Y se dio el derecho de definir qué es el pueblo, de decidir arbitrariamente el número de votos válidos, de definir qué era y qué no era un voto válido.  

     No quiso tomar esa decisión como presidente en funciones, como pleno responsable de la acción. Con su encuesta puede lavarse las manos.

     ¿Cómo haces una consulta tramposa?

     Cualquier ley sobre consultas populares establece quién cuenta los votos. Establece los mecanismos para dar certeza de que el voto se respetará. Y, ojo: establece el número de votos que obligará al gobierno a respetar la decisión de los electores.

     Esa es la razón por la que Obrador no quiso hacer una verdadera consulta popular. No le interesaba respetar la voluntad de los electores, sino cumplir la suya. Cualquier ley electoral dice claramente cuantos votos hacen la consulta vinculatoria. Esto es lo que Obrador no desea: respetar la voluntad de los electores. Por eso inventó un mecanismo en el que el número de votos no importara. Una consulta en la que los votos no contaran.  

     El 30 de octubre, el diputado Benjamín Robles Montoya del PT propone hacer una “consulta popular” para “consultar a los sectores involucrados, estudiantes universitarios y ciudadanos”, para darle otro destino a las reservas internacionales del país, mediante iniciativas que modifiquen el artículo 2 de la Ley del Banco de México.

     Es decir, usar las reservas del Banco de México para financiar los proyectos de Obrador.

     Si a Obrador le parece una buena idea, volverá a recurrir al dicho de que “el pueblo lo quiere”. Definirá qué es pueblo, cuántos votos valen, los votos de quiénes no valen, y volverá a hacer su voluntad.

     El 2 de noviembre el jefe de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, prometió que no volverá a realizarse una consulta como la que se hizo para la construcción del nuevo aeropuerto, y ofreció aprobar en noviembre una iniciativa de reforma de su partido para dar transparencia, certidumbre y legalidad.

     Pero, si ya rompieron la ley, ¿por qué se les creería que no lo volverán a hacer?

     Un ladrón reconoce que ha violado la ley. Pero te promete que ya no te volverá a robar. Y tu le crees…

     Obrador y sus criaturas no respetarán la ley.

     El 4 de octubre de 2018, la senadora de Morena Jesús Lucía Trasviña Waldenrath presentó una iniciativa para cambiar la Ley de Consultas Populares.

     Iniciativa que no se votó. Es decir, teniendo el poder de cambiar la ley para hacer otro tipo de consultas populares, Obrador no lo hizo.

     La iniciativa de Waldenrath propone que se puedan hacer consultas populares sin límite:

     “La consulta popular podrá realizarse en cualquier momento. La autoridad electoral deberá procurar que su celebración se realice de forma expedita una vez cumplidos los requisitos señalados por la Ley”.

     Pero también establece cuántos votos la harían vinculatoria:

     “Cuando la participación total corresponda, al menos, al 40% de los ciudadanos que ejercieron su derecho al voto en la última elección inscritos en la lista nominal de electores, el resultado será vinculatorio para los poderes Ejecutivo y Legislativo federales y para las autoridades competentes”.

     Esta es la causa por la que Obrador se saltó incluso la ley propuesta por su partido: la ley lo obliga a que la decisión queda en los votantes, en el caso de la iniciativa de Morena, el 40% de los que hayan votado en la pasada elección.

     Pero, si lo que quieres es hacer tu voluntad y echarle la culpa a la gente, haces un evento en el que los votos no cuentan: en el que cualquier número, 10 mil o 10, deciden.


… y para la revocación de mandato…

     Obrador quiere que en el año 2021 en las elecciones en las que cambiarán diputados y senadores, se vote también por su revocación de mandato.

     Es decir que los años 2019, 2020 y 2021 serán años de campaña electoral.

     Pero lo que propone Obrador a través de sus criaturas en Morena no es claro, para variar.

     Hay 2 iniciativas distintas sobre revocación de mandato. Ambas de Morena.

     Una la iniciativa presentada por su partido Morena, en voz de la diputada Dolores Padierna el 13 de septiembre de 2018 lleva su nombre y apellido:

     “El presidente electo, licenciado Andrés Manuel López Obrador, manifestó desde la campaña electoral, y lo reiteró luego de su triunfo en las elecciones del 1 de julio, que propondría reformas de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para introducir la figura jurídica de la revocación del mandato para el cargo de presidente de la República; además, ha exhortado a los gobernadores para que en las entidades federativas también se impulsen reformas a las constituciones locales para el mismo efecto”.

     Obrador se ha asegurado de no poder ser sacado del poder en 2021. Aunque el gasto se haga (pues habrá una boleta para esa acción, junto con todas las otras boletas para diputados y senadores), en la iniciativa que su partido presentó se aseguró de que no podrá ser sacado del poder.

     Para que la votación sea vinculante, para que pueda ser sacado del poder, exige 2 condiciones:

     “Para que el resultado de la consulta sobre revocación del mandato sea vinculante se requerirá  que hayan votado al menos el cuarenta por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores del país y que el número total de votos a favor de la revocación del mandato sea igual o superior a la cantidad de votos obtenidos por el presidente de la República, en el proceso electoral en el que resultó electo.

    En caso de que el resultado de la consulta sobre revocación del mandato sea vinculante, el presidente de la República se separará de su cargo el 30 de septiembre del año en el que se haya celebrado la consulta y, para todos los efectos, se reputará como falta absoluta del titular del Poder Ejecutivo federal”.

     De esta manera Obrador tendrá cumplirá con crear la figura de revocación de mandato, pero se asegura de no ser sacado del poder.

     La segunda iniciativa de revocación de mandato fue presentada el 25 de septiembre de 2018 por Mario Delgado, dice que para que la revocación suceda la condición es que:

     “La revocación de mandato será determinada por la mayoría absoluta de votos a favor de la revocación, siempre y cuando concurran al menos el 40% de los electores inscritos en la lista nominal”.

      
Fuentes:

INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN LOS NUMERALES 2° Y 5 DE LA FRACCIÓN VIII DEL ARTÍCULO 3 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, EN MATERIA DE CONSULTA POPULAR

 INICIATIVA QUE REFORMA Y ADICIONA DIVERSAS DISPOSICIONES DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, EN MATERIA DE REVOCACIÓN DE MANDATO, A CARGO DE LA DIPUTADA DOLORES PADIERNA LUNA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE MORENA

 QUE REFORMA DIVERSAS DISPOSICIONES DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, EN MATERIA DE REVOCACIÓN DE MANDATO, SUSCRITA POR INTEGRANTES DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE MORENA




martes, 6 de noviembre de 2018




Segundo fraude y contando…



Otra “consulta”. En treinta días.

     Sin información.

     Sin que exista el estudio de impacto ecológico que el deseado tren maya de Obrador.

     ¿Qué impacto ambiental va a tener? ¿Cómo lo mitigas, cómo lo controlas? ¿Con cuánto dinero? ¿De quién, del Estado, de inversionistas, de la ONU?

     Pero, ¿existe por lo menos el plano de la ruta?

     No hagas preguntas.

     El segundo fraude va.

     Sin información, en diciembre se hará oootra mal llamada “consulta” para empujar el deseo de Obrador. Para que oootra vez se pueda lavar las manos: “el pueblo manda”. “Mando obedeciendo”.

     Ayer 5 de noviembre declaró que va a reunirse con los gobernadores de la península para ver la inversión. A ver, a ver: ¿y la consulta? ¿Qué no la obra depende de la consulta? ¿Qué no hay que ver primero si el pueblo quiere la obra, para empezar a hacerla?

     Para el primer fraude, la TV y los periódicos dedicaron varias columnas y programas. Canal Once dedicaba programas semanales al tema, durante dos meses.

     ¿Has visto algún programa sobre el tren maya? ¿Tienes información?

     Pues con menos información el segundo fraude, mal llamado “consulta popular”, va.





martes, 30 de octubre de 2018




     Por mis pistolas. Y si no te gusta…



A López Obrador le importan una chingada los hechos.

     El tema del aeropuerto es el botón de muestra.

     No existe ningún estudio que muestre que el deseo de Obrador de construir un aeropuerto como lo quiere pueda realizarse. Ha mentido tres veces de manera consistente.

     Primero había dicho que la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) había respaldado su decisión en Santa Lucía. El 15 de octubre el OACI envió un comunicado aclarando que Obrador mintió: nunca respaldo esa opción, siempre mantuvo que Texcoco era la única viable.

     El 18 de octubre el equipo de Obrador pagó con el dinero tuyo y mío otro estudio, esta vez al Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT). Ese estudio intenta comparar las ventajas y desventajas del nuevo aeropuerto de Texcoco, pero declara que no puede ser concluyente porque el deseo de Obrador es eso: sólo un deseo. No puedes comparar un deseo con un hecho. Es como decir que este café es una porquería porque el que mañana podrías comprar en Veracruz si pudieras ir a Veracruz por un café, es mejor. No sólo es ilógico decir que este café es una porquería comparándolo con otro que no existe. Es estúpido.

     Pero, tiene un efecto político: como vas a hablar de algo que no existe entonces tu boca es la medida. Puedes decir que el café será tan bueno que recibirá un premio internacional, que será tan bueno que se convertirá en la marca de más prestigio en el mundo. Si hablas de un aeropuerto del que no existe ningún plan entonces puedes decir que en 3 años va a resolver en definitiva el problema de saturación del aeropuerto Benito Juárez. Que vas a resolver el problema de viajes en avión por 40 o 50 años. Si hablas de algo que no existe puedes decir lo que quieras.

     Pero hay que ser muy estúpido para creer que puedes beber un café que no existe.

     En la conferencia de ayer 29 de octubre dijo que el gobierno francés, que el mismísimo canciller francés le mandó un documento asegurando que el deseo de Obrador podía cumplirse. El 25 de octubre su criatura Espriú declaró que la firma francesa Navblue había mandado un estudio avalando el deseo de Obrador. Ayer mismo el gobierno francés comunico que era falso: nunca mandó tal estudio.  

     Obrador miente. Ante cada hecho miente. Antes de entrar al gobierno, le miente a todos los que lo escuchan.

     Hay que mencionar el carácter que va tomando esta mentira.

     
A López Obrador le importan una chingada las leyes.

     Lo que llamó “consulta” no es legal. La Constitución tiene la figura de consulta popular. Se puede hacer bajo las reglas que dicta la ley suprema de México. Es una figura que podrían haber convocado la mayoría que MORENA tiene el en Congreso.
     
     Pero hacerla de manera legal le ataba las manos. Cuando cumples las leyes entonces debes respetar los procedimientos.

     En las leyes existe la figura de “esposos”. Pero, digamos que alguien tiene otro deseo, y entonces, que carajo: se salta las leyes. Y decide “casarse” con un menor de edad. Eso es lo que acaba de hacer Obrador. Las leyes le hacen los mandados. Quiere hacer lo que desee. Sin límite.

     En la conferencia del 29 declara que no confía en las consultas legales porque fueron un obstáculo para hacerla contra la reforma energética. Pero eso no es cierto: hubo una consulta contra la reforma energética en 2014, cuando Marcelo Ebrard fue jefe de gobierno. El punto se mantiene: puede hacer consultas populares pero hacerlas significa ceñirse a reglas y normas. A criterios objetivos, no sólo a los suyos.

     En lo que le gusta llamar “consulta” participaron el 1% del padrón electoral. ¿Es representativo? ¿El 1% del padrón representa al “pueblo de México”? Sí, porque él lo dice. Sí, porque él lo decide así. Nadie más.

     Declara que en la consulta se escuchó a la gente, que es una enorme conquista democrática. ¿Por qué? Por que él lo dice así.

     Dice que su decisión de suspender el aeropuerto en Texcoco es porque hay un montón de actos de corrupción. Primero, nunca ha señalado uno. Siempre ha dicho que la obra está plagada de actos de corrupción. Pero nunca ha señalado uno solo. En la conferencia de ayer 29 de octubre dijo que las inversiones están garantizadas. Pero si esas inversiones están plagadas de corrupción, ¿por qué garantizar las ganancias que viene de actos de corrupción?

     Tenemos frente un próximo presidente que actuará como si su palabra fuera la ley. Así que hay que prepararnos para defender nuestros derechos.




viernes, 19 de octubre de 2018





     Trump en la Historia
19 10 18


Las mentiras en la política mexicana empiezan en la gente.

   Decimos que tenemos mucho sentido del humor. Decimos que hasta “nos reímos de la muerte”.

   Pero en México no hay un solo cuadro de ningún político mexicano que no sea religioso.

   Todos recordamos los cuadros de Benito Juárez o de Zapata. No son distintos en nada a las imágenes religiosas de los santos: firmes, erguidos, la mirada fija en el horizonte, buscando a lo lejos la micro o el destino de la nación, lo que aparezca primero. Los cuadros de Díaz Ordaz o de Plutarco Elías Calles no están de moda, pero cuando estaban son idénticos: todos son el mismo cuadro, sólo cambia la testa del personaje.

   Haga el lector el experimento. Busque en Googlee “pinturas políticos mexicanos” y lo que aparece son únicamente cuadros religiosos. Cuadros oficiales.

   Los artistas mexicanos no hacen nada por la Historia. Son siervos de la mitología.

   En E.U. el artista Andy Thomas acaba de presentar su “Club Republicano”. Pone a diez presidentes republicanos en un club privado charlando relajadamente en una mesa. Unos beben alcohol, otros sólo agua (ug).

   Entre los diez está el actual presidente, el republicano Donald Trump, que bebe una Coca Cola con mucho hielo (dicen que es Coca light. Yo no lo distingo).

   Una nota sobre los modos de hacer política en México y en E.U.: para ser candidato en México debes ser parte de un partido político. Los requisitos para ser independiente son prohibitivos: de 48 personas que buscaron candidaturas independientes en la elección de 2018, sólo 3, sólo 3 reunieron los requisitos. Y todos ellos ya eran parte de partidos políticos o acababan de renunciar tramposamente a ellos. En realidad no hubo candidatos independientes en las elecciones. Hubo candidatos que se pelearon con las otras facciones de su partido: Margarita Zavala.

   López Obrador creó su propio partido y desde ahí se lanzó. ¿Por qué López Obrador no buscó ni ha buscado nunca ser candidato independiente? Por que a los candidatos independientes no se les da dinero. Sólo a los que son parte de algún partido. Si López Obrador se hubiera lanzado como candidato independiente hubiera tenido que pagar su campaña con sus recursos, o peor: habrían aparecido a la luz sus patrocinadores.

   El cuadro de Andy Thomas es valioso. Ofrece una interpretación que mueve la imaginación del espectador. ¿De qué platicarán? ¿Cuál fue el chiste? ¿Por qué Trump está sentado junto a Eisenhower, el general que dirigió los ejércitos norteamericanos en la Segunda Guerra Mundial y junto a Teddy Roosevelt, el presidente colonialista, que adhirió Hawái, Las Filipinas y que sacó a España de Cuba para ponerla en la esfera norteamericana? Está frente a Abraham Lincoln, uno de los políticos más importantes en la historia del mundo.

   Trump no encargó el cuadro. Andy Thomas lo creó como parte de su obra. Alguien se lo mostró y el presidente Trump llamó al artista. Le compró una copia de alta calidad y la puso en su oficina en la Casa Blanca.

   En México eso no pasa.

   Quizás, recuerdo, por la demanda que Ernesto Zedillo puso contra los fabricantes de máscaras con su imagen. En México es ilegal hacer máscaras de los presidentes. Alegan “derechos de imagen”. La causa real es la cobardía.

   Que Trump haya colocado ese cuadro en los pasillos donde camina a diario es interesante. Se ve en relación a los otros presidentes. Imagina qué le dice a Lincoln, y qué le contesta él. Mira el cuadro e imagina sentarse mejor junto a, ¿Reagan, o junto a los Bush? ¿Imagina acercarse a Lincoln y preguntarle…?

   Los posters o cuadros que ponemos en nuestros lugares de trabajo y habitaciones dicen mucho de nosotros. Trump se ve en la Historia. Los presidentes mexicanos, aburrida, monótonamente, se siguen viendo como criaturas de oficina. O peor: como sacerdotes en una mitología.


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