miércoles, 24 de marzo de 2010

Acusa PRD a los gorrones...

A la Ciudad de México le cuesta dinero ser la capital de la República, porque la autoridad local del Distrito Federal subsidia el funcionamiento del Gobierno Federal, aseguró el diputado Maximiliano Reyes Zúñiga, quien demandó una compensación económica porque ofrece bienes y servicios a ciudadanos de otros estados que los consumen sin contribuir a su financiamiento.

Así lo manifestó el diputado perredista Maximiliano Reyes Zúñiga, quien agregó que en la capital del país existen más de 100 predios asociados a la Administración Pública Federal, entre los que están Los Pinos y las secretarías de Estado, que por ley están exentas de pagar impuestos y que significarían alrededor de 500 millones de pesos de ingresos para la Ciudad de México.

En el marco del “Los retos de la Reforma Política del Distrito Federal”, el legislador declaró que es necesarios asumir el concepto de Costos de Capitalidad, esto no es otra cosa, explicó, que en términos económicos, el fenómeno del Free Rider, es decir, el costo que asumen los habitantes de la Ciudad por darle servicios a quienes llegan a la fiesta sin aportar nada, “nuestros amigos los gorrones”.

Indicó que como ciudad los capitalinos aportamos más recursos a la Federación, que lo que recibimos de ella y que buena parte de los gastos de la administración local son para atender necesidades y proveer de servicios públicos a la Administración Pública Federal.

Mencionó que en la Ciudad de México circulan alrededor de seis millones de autos particulares cada día, sin embargo, solamente alrededor de cuatro millones están registrados en la ciudad, es decir, que la tercera parte que circulan aquí provienen de afuera, sobre todo del Estado de México, sin que aporten ningún recurso para pavimentación.

Por lo anterior, dijo, la ciudad incurre en costos excepcionales dada su calidad de capital de la República y que éstos deben ser compensados de alguna u otra manera.

Para lograr esta compensación, Reyes Zúñiga expuso que hay tres opciones: nos quedamos como estamos bajo el mismo esquema, pero la Federación y el DF acuerdan un fondo de compensación; la segunda es que la Ciudad de México se convierta en el estado 32 y dentro de este se definiera un territorio particular, un nuevo Distrito Federal, del que se haría cargo la federación.

Y la tercera, donde la Ciudad obtiene autonomía de gestión, se encarga de proveer todos los servicios, se convierte en un estado, la capiral de la República se mantiene aquí y la Federación además de pagar todos los servicios, le otorga una compensación adicional por los costos asociados al ser la capital.

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