El diputado Horacio Martínez Meza presentó a la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del D.F. (ALDF), una propuesta de Iniciativa que Reforma y adiciona diversos artículos de la Ley de Establecimientos Mercantiles del D.F., para regular de venta de inhalables en la Ciudad de México.
El legislador señaló que estas reformas prevén que cuando se trate de tlapalerías, ferreterías, casas de pintura, papelerías, casas de materiales de construcción u otros establecimientos que comercialicen inhalables, los titulares deberán contar con un listado de sustancias psicoactivas inhalables proporcionado por el Instituto de Adicciones. Dicho listado será considerado por los titulares y/o sus dependientes con la finalidad de evitar la venta de este tipo productos a menores de edad.
Lo anterior dijo se debe a que, según datos de la Encuesta Nacional de Adicciones 2008 (ENA08) y sus resultados para el Distrito Federal, por tipo de sustancia, la mariguana ocupa el primer lugar de preferencia por los y las adolescentes (8.8%), le sigue el consumo de inhalables (6.7%), el de tranquilizantes (4.9%) y el de cocaína (3.3%). Es decir, que los inhalables se encuentra en el segundo lugar de sustancias psicoativas preferidas por los adolescentes y otros menores de edad que residen en la capital.
La facilidad con la que los jóvenes acceden a los solventes y material tóxico industrial ha permitido que el número de menores que consumen este tipo de sustancias psicoactivas se haya incrementado de manera alarmante en los últimos años. El consumo de este tipo sustancias conocidas popularmente como inhalantes o inhalables, se presenta principalmente entre adolescentes de entre 13 y 17 años, quienes perciben estas experiencias como un juego, sin calcular el terrible daño que a corto plazo les causarán estos productos.
El abuso de inhalables puede causar la muerte aún si se trata de la primera vez que se usan. En muchos de los casos, los productos que se inhalan o aspiran por la boca son productos domésticos comunes como quita esmalte, gas para encendedores, líquidos de limpieza, gasolinas, pegamentos, lacas o pinturas en aerosol; lo difícil del asunto es que su uso puede hacerse en cualquier lugar, son fáciles de esconder y difíciles de detectar.
Por ser hechos para otros fines, al no causar adicción psicotrópica y al estar no estar prohibida o regulada la venta a menores de edad, los solventes son una droga subestimada. Los efectos pasan rápidamente y, para mantener el estado de intoxicación, son necesarias repetidas inhalaciones.
De acuerdo la citada encuesta en el D.F., el primer contacto con sustancias psicoactivas en los menores de edad son los inhalables con el 68.8 por ciento de los casos, esto se debe entre otros factores, a su accesibilidad, su bajo costo y al desconocimiento de los daños que pueden causar debido a su corta edad.
Martíne Meza agregó que una de cada 2 personas que ingresan a los Centro de Integración Juvenil por consumo de sustancias psicoactivas ilegales (CSPI), lo hacen por consumo de inhalables, más del 90 por ciento estudia educación básica y secundaria, entre estos últimos 7 de cada 10, en su mayoría hombres. Asimismo, la encuesta señala que el consumo de inhalables se asociado con la pobreza, pues el 96 por ciento padece de carencia de ingresos económicos.
Lo más importante es la ignorancia del problema en la casa y la negación de los padres de que sus hijos puedan tener este problema. Otros motivos personales para el consumo se deben a la curiosidad, aburrimiento, falta de estímulos, desarraigo y falta de pertenencia.
Debido a lo anterior, las citadas reformas pretenden cada establecimiento que comercialice inhalables tenga un control particular de compradores o clientes, por lo que sus dependientes requerirán al comprador una copia de su credencial de elector cada vez que acuda a comprar este tipo de artículos.
Por su parte, el comprador o cliente tendrá que firmar un acta responsiva sobre el uso y destino del producto, con el objetivo de fijar responsabilidades en caso de existir un uso distinto para lo que fue adquirido. Dicha acta será diseñada y proporcionada por el Instituto de Adicciones del D.F.
Cuando se trate de venta o distribución de inhalables a menores de edad, la sanción para el responsable de 1000 a 3000 días de salario mínimo, general vigente en el Distrito Federal, así como la clausura definitiva del establecimiento.
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